viernes, 12 de noviembre de 2010

Las palabras contadas. Oscar Hernández. Un libro por Centavos. No. 63. Octubre 2010.

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Las palabras contadas
Oscar Hernández
Un libro por Centavos. Colección de Poesía. Impresa y virtual.
No. 63. Octubre 2010
Universidad Externado de Colombia y El Malpensate
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Nuevo logotipo de la colección a partir del No. 60.

EL LIBRO. CARÁTULA
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Ilustración: Comala de Antonio Samudio (1989)
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EL POETA.
Fuente de la foto: http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/S/si_digo_extraordinario_es_porque_lo_es/si_digo_extraordinario_es_porque_lo_es.asp . Alli texto del poeta, columna en El Colombiano.

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Nació en Medellín en 1925. Estudió en las Universi­dades de Antioquia y Pontificia Bolivariana. Ha si do periodista desde los 15 años, autor de libretos para radio y de canciones populares, actor de cine, boxea­dor y futbolista en su juventud. Dirigi6 la Imprenta Departamental. Poeta y narrador. Su obra literaria: Los poemas del hombre (1950); Mientras los leños arden (cuentos, 1955); El día domingo (prosas, 1962); Las contadas palabras (1958); Habitantes del aire (1964); Al final de la calle (segundo Premio de Novela Esso, 1965); Versos para una viajera (1966); Las contadas palabras y otros poemas (1996); Despues del viento (2001) y Las contadas palabras y otros poemas (Libro recobrado - Universidad Nacional, 2007).
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CONTRA CARÁTULA. Texto de Juan Manuel Roca.
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CONTENIDO.
Antología realizada por el poeta Juan Manuel Roca.

.Próximamente el libro completo en edición virtual en: http://portal.uexternado.edu.co/irj/portal/anonymous?guest_user=deccult&NavigationTarget=navurl://d95772461798d87183669b8b73d66645 (A la fecha estas ediciones van por el No. 58: grupos: 1 , 2 , 3 , 4 , 5 y 6 . Este No. 63 estará en el grupo 7.)

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Imagen tomada de http://www.moir.org.co/IMG/pdf/ArtesyLetras2.pdf
Alli: Óscar Hernández, texto de Santiago Mutis Durán sobre el poeta y Poemas (entre otros “Simón Metálico”) .Bogotá 2009. DESLINDE No. 45. Noviembre-­‐‑Diciembre 2009-
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EN LA REVISTA CREDENCIAL.
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Lo más reciente en libros
Revista Credencial (Bogotá - Colombia). EDICIÓN 288, NOVIEMBRE DE 2010
http://www.revistacredencial.com.co/lo-mas-reciente-en-libros_8227860-1
Las contadas palabras
Óscar Hernández
Universidad Externado / El Malpensante. 72 páginas. 2010.

Valga la ocasión para reseñar el muy meritorio trabajo adelantado por esta colección de poetas colombianos, que bajo el título general de Un libro por centavos vende sus ejemplares a $1.000. Sí, leyó bien. Por esa cifra pueden adquirirse los versos de los mejores poetas del país, y algunos latinoamericanos como César Vallejo y Eugenio Montejo. En el caso de este, el número 63 de la colección, su autor es uno de los más injustamente olvidados bardos nacionales, un hombre que desde y con su palabra abrió puertas y ventanas, marcando caminos de renovación para la poesía nacional desde mediados del siglo pasado. Su poema a Bolívar, Simón metálico* , es una de las más bellas metáforas que se hayan escrito sobre El Libertador. (“El más bello poema que se haya escrito sobre el Libertador”. Juan Manuel Roca en la contracarátula del libro.)
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LA COLECCIÓN: Nos. 1 al 63
(Click sobre la imagen para ampliarla y hacerla legible. Click en "Atrás" en la barra para regresar al aquí)
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A la izquierda el logo antiguo. A la derecha el logo nuevo a partir del No. 60, inclusive.
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DETALLES, Imágenes, enlaces sobre la Colección, VER: "UN LIBRO POR CENTAVOS" ,
http://picasaweb.google.com/ntcgra/UnLibroPorCentavosColeccionDePoesiaUniversidadExternado#
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ENLACES SOBRE EL POETA
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Óscar Hernández, texto de Santiago Mutis Durán sobre el poeta y Poemas (entre otros “Simón Metálico”)
Bogotá 2009
http://www.moir.org.co/IMG/pdf/ArtesyLetras2.pdf
DESLINDE No. 45
Noviembre-­‐‑Diciembre 2009
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Arcadia - Sep 2007 - Resultado de la Búsqueda de libros de Google
Reseña sobre el libro “Contadas palabras y otros poemas”
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http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%93scar_Hern%C3%A1ndez_Monsalve
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Las contadas palabras y otros poemas
Óscar Hernández
Las contadas palabras y otros poemas - Resultado de la Búsqueda de libros de Google allí el libro completo.
http://www.divulgacion.unal.edu.co/lecturas_ineditas/proyectos_editoriales/libro_recobrado.html
Óscar Hernández: un rescate
La publicación de este libro, no será una curiosidad bibliográfica sino un acto de justicia. Como se sabe, en casi todos los órdenes de la vida, sobre todo entre los seres humanos, no hay justicia sin memoria. Rescatar del olvido esta obra, asomada con todas sus luces a la literatura colombiana desde finales de los años 40, significa hacer justicia a un escritor que hace más de un cuarto de siglo eligió una especie de silencioso mutis por el foro.
Óscar Collazos
14x21 • ISBN 978-958-701-812-7 • 191 pág • 2007
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Palabras contadas
Santiago Espinosa reseña Las contadas palabras y otros poemas de Óscar Hernández

Por: Santiago Espinosa
ARCADIA , Edición 24, Sept. 2007. http://www.revistaarcadia.com/opinion/critica/articulo/palabras-contadas/20860

Al revisar los poemas de Las contadas palabras, no es difícil que estemos de acuerdo con lo que dice Óscar Collazos en el prólogo del libro: más que recobrar un título abandonado por la crítica, más que un ejercicio de la memoria por la memoria, lo que ha hecho la colección de la Universidad Nacional es un acto de justicia. Justicia con una obra que a pesar de su extensión –casi 200 páginas–, se presenta como un libro depurado y necesario. Justicia con Óscar Hernández, un poeta que todavía está vivo, y que a pesar del desdén de sus contemporáneos se ha mantenido entero, en pleno oficio por más de cincuenta años.


La totalidad de este volumen, que fue completado por Hernández en 1986, por su espontaneidad y belleza goza de absoluta vigencia, al punto que se podría pensar, en un sano despiste, que estos poemas fueron escritos la semana pasada. Pero esa vigencia, que es la máxima virtud de estos poemas, hace que nos olvidemos de lo más importante: toda la primera parte del libro, titulada como Las contadas palabras, fue publicada en 1958. El año suena tan remoto para unos poemas tan cercanos, que hay que revisar la fecha varias veces. Antes de Rogelio Echevarría y Mario Rivero, el “boom de la poesía urbana”, Hernández ya les había cantado a las calles con todo el desparpajo del ciudadano. En el mismo año de Los amantes de Jorge Gaitán Durán, cuando se anunciaba desde la revista Mito la aparición de un erotismo telúrico en la poesía colombiana, Hernández, en silencio, ya había escrito poemas como Canto a una sola mujer.

De ahí que el rescate de esta poesía no solo sea un regalo tardío. Su reaparición, en circunstancias muy distintas y con poéticas prácticamente opuestas, se parece mucho al descubrimiento póstumo de la obra de Carlos Obregón: nos obliga a reescribir la historia, a abrir caminos inexplorados en una tradición de hacer poesía que entre el descuido y el tiempo, parece que nos guarda lo mejor para después.

Poesía directa y conmovedora, que sorprende. Llama la atención que en poemas largos y cercanos al diálogo, no sobre una sola palabra. Poesía valiente, que asume riesgos como hablar del despecho sin caer en lo cursi, o que en Simón Metálico, dedicado a Simón Bolívar, no solo aparece uno de los pocos poemas al Libertador que se salvan de la hoguera, el poema, sin mayor discusión, es una obra maestra.

No es la poesía de Óscar Hernández la del poeta que inventa un mundo con sus símbolos y obsesiones. Aquí el lenguaje cotidiano, gastado en la conversación de todos los días, se nos presenta tras una cuidadosa alquimia como la más poderosa de todas las armas. En una tradición tan escasa de buenos poetas de tono mayor, con la capacidad de hablar duro sin caer en altisonancias, Óscar Hernández nos muestra un verso violento, que como una catarata de imágenes se abre paso entre la memoria y la imaginación, y deja en la cabeza un ritmo vertiginoso, que queda resonando varias horas después como una suerte de conjuro. Y sin embargo, en medio de lo frenético, siempre aparecen esas insinuaciones de ternura, de aquella suavidad del hombre que no ha perdido el asombro de la infancia.

Después de la lectura, que salvo por algunos poemas, en realidad muy pocos, nos deja la impresión de estar leyendo la antología de un poeta puro, importante, y no un libro convencional que el tiempo dejó de lado. Después de todo aquello surge la pregunta, ¿cómo desaparece de la escena un poeta como Óscar Hernández? La respuesta, por desgracia, parece estar en razones ajenas al ejercicio poético. Por lo pronto, antes de indagar en los motivos de la historia, hay que celebrar una obra que vale la pena revalorar, que merece ser leída y que, gracias a esta publicación de la Universidad Nacional, cuidadosa como toda esta colección, pudo sobrevivir a las triquiñuelas del olvido.
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* Simón metálico

¿Y quién no ha hablado de Bolívar?
¿Y quién no ha dicho que libertó muchas naciones?
¿Quién no conoce en los museos su vieja espada
o la chaqueta de guerra que se quedó detrás de un vidrio?
Todo eso está ya dicho, yo miro el mineral.
Bolívar y sus pantalones de bronce,
sobre todos los parques que libertó en América;
su espada de bronce, su caballo de bronce,
duro el ojo, parado en el último combate.
En todas las plazuelas de la tierra
le está cayendo musgo al padre,
musgo a su espada, musgo a todo su bronce
y a los flancos inmóviles de su caballo muerto.
Y colocan al fabricante de la libertad
una corona de hojalata para que dure unos días más,
se hacen al padre, al bronce y al caballo
largos discursos de hojarasca.
Mil veces han gritado: “El padre de la patria”
y sin embargo, el dueño de los ríos y los potros,
remasca su gloria de opereta,
de vitrinas oscuras, gloria de los rincones y los parques
donde no llega el jardinero sino a abrir su bragueta.
Pobre padre Bolívar, castigado en el bronce.
De aquí no sales más, le dijo el fundidor,
y vació sobre el barro metales derretidos.
A Bolívar le quemaron el alma
los estatueros de las fundiciones.
De aquí nos das un paso, le dijeron tres hombres
cuando lo anclaron bajo un árbol y un pájaro.
Bolívar está muerto, está muerto, está más muerto;
está apretado en su ataúd de bronce
como un grano de trigo entre dos rocas;
Bolívar está muerto en su caballo;
De aquí nos das un paso;
y su bota quedó en el aire suspendida
y su otro paso no lo ha dado jamás.
Las generaciones van todas a los parques.
Años atrás hablaban de la guerra,
nuestra “sangrienta guerra”,
con unos pantalones atados al tobillo.
Daban vueltas a la estatua y ponían
las zapatillas sobre el pedestal
y hablaban mal del tiempo.
Los políticos iban y decían “la patria”
lamían la palabra “República”
a la espera de comerse una sílaba;
y al fin llegaron las niñeras
que dan vueltas a la estatua con un tropel de hijos ajenos.
¿Quién no ha visto la espada de Bolívar
combatiendo al silencio en un museo
y a su pistola muerta disparando epopeyas?
¿Quién no sabe que libertó cinco naciones?
¿Y que empuñó este continente como un sable
desde el puño nudoso de Colombia?
¿Qué fue soldado y tísico?
De aquí no das un paso, caballo de bronce de Bolívar:
los espolines de tu dueño
no punzan más que el viento en sus ijares.
Padre Bolívar de rincón de parques,
estás muriendo nuevamente cada tarde.

***
Simón, alimentado de victorias,
con los cubiertos de la guerra
colgando de sus huesos,
come pisadas de palomas,
intimidad de insectos,
siestas de golondrinas
en los pliegues de piedra de su capa.
Simón, hijo del padre y de espada,
dando albergue a los pájaros.
Simón batalla que envainó los gritos
en todas las cubiertas de los árboles
se nutre ahora de un silencio metálico.
Simón universal, Simón América,
guarda como una plaza fuerte
la sombra de sus parques,
sus invisibles puertas y su hierro.
Conquistador de estanques y de araucarias,
te hemos cambiando el llano por los peces,
los Andes por una niebla oscura,
te cambiamos la espalda por los pinos
y los estribos desbocados por una piedra muerta sobre el césped.
Te dan coronas tristes
cuanto tu estatua triunfa en el crepúsculo,
y por cada batalla con el viento
tienes cien mil cadáveres de hojas.
Oh, piedra resignada de Bolívar,
granito muerto, carne de museo,
polvo de tu guerrera,
Simón Bolívar de sable enmohecido,
libertador de fraguas y cinceles.
En esta América, tuya por tu brazo,
se va a morir tuberculoso el bronce.

Óscar Hernández (Medellín 1925)

Tomado de http://www.hojablanca.net/categoria/correos-del-diablo/
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También está en:

Las contadas palabras y otros poemas - Resultado de la Búsqueda de libros de Google
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http://circo-analisis.blogspot.com/2010/08/de-bolivar-y-sus-multiples-batallas.html

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Actualizó : NTC … / gra, Nov. 12, 2010. 2:50 PM
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